A lo largo de la historia del arte, muchos artistas han reflejado en sus obras, los efectos de las epidemias. En el retrato, combino claroscuros lúgubres con aires renacentistas, destacando un pasado que la humanidad ya ha vivido y que conecta con una pandemia actual.  La mascarilla es uno de los elementos más representativos que nos deja este nuevo virus, dando un giro radical a nuestros hábitos cotidianos y de cómo un elemento de prevención ha terminado con tanta carga simbólica política.